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martes, 13 de mayo de 2025

Prólogo: La Psicopolítica, ciencia y arte fundamental del comunismo



         Publicamos en nuestro pequeño blog el prólogo que el P. Julio Meinvielle escribiera en la traducción de este pequeño libro, que el querido amigo Fernando Estrada tradujera.

         Al leer estas páginas es imposible no pensar automáticamente en la gran manipulación que se hizo en el 2020 y en el 2021 en todo el orbe con el llamado "coronavirus" y la supuesta vacunación masiva a la cual sometieron compulsivamente a toda la población. Para que se vea que esto es más actual que nunca.

         La foto de la portada ha sido generosamente concedida por los amigos de la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Versailles. Vaya también para ellos nuestro agradecimiento.


KENNETH GOFF

 

PSICOPOLÍTICA

TÉCNICA DEL LAVADO DE CEREBRO

 

PRÓLOGO

 

La Psicopolítica, ciencia y arte fundamental del comunismo

 

El comunismo intenta la creación de un hombre “nuevo”, totalmente nuevo, y diferente de aquel que ha conocido la tradición humana y cristiana de los pueblos. En esa tradición, como he tenido la ocasión de exponerlo en recientes obras, el hombre trabaja para disponer de riquezas que le aseguren el vivir; vive para conseguir un alto enriquecimiento cultural de la vida del pensamiento; piensa, en fin, para acercarse a Dios que es su Principio y Fin. El hombre en definitiva está hecho para contemplar a Dios. Podrá, es cierto, ocuparse de otras muchas actividades, pero sólo en la medida en que le dispongan y preparen para esta su tarea esencial, que es lo único para lo que ha sido creado. El comunismo, en cambio, al suprimir a Dios del horizonte del hombre, sostiene que éste no es sino una herramienta de trabajo, útil en la gran fábrica en que se transforma toda ciudad de hombres. Esta transformación plenaria del concepto del hombre ha de implicar una nueva concepción del universo en el cual todo ha de reducirse a un proceso dialéctico en el sentido hegeliano-marxista. O sea, a un proceso de los seres, del mismo hombre, de los pueblos y de la historia en una lucha incesante, interminable del ser y del no ser, de la mentira, del odio y del crimen. Todo ha de convertirse en Guerra Revolucionaria contra el hombre. Guerra Revolucionaria por la conquista del poder en un pueblo y luego, ya en el poder, Guerra Revolucionaria para convertir al hombre en un mero esclavo de la nueva sociedad revolucionaria. Pero para que la Guerra Revolucionaria sea realmente eficaz no debe actuar desde fuera del hombre sino en el hombre mismo y en su totalidad, alcanzando no sólo al cuerpo, sino también al alma. De aquí que el comunismo preste cada vez mayor atención a la ciencia de la Psicopolítica o ciencia del lavado del cerebro. Cuando se habla de lavado del cerebro, la gente tiende a pensar que éste no se practica sino a escala individual. Por ello preferimos el nombre de Psicopolítica que hace referencia explícita a lo político o colectivo, dimensión en la que de preferencia práctica el comunismo el lavado de cerebro. Es ésta, con toda verdad, la ciencia de la domesticación de los pueblos. Una nueva especie de ciencia arquitectónica que, echando mano de todas las conclusiones de las otras ciencias humanas, en especial de la Psicología y Sociología, trabaja en la elaboración de un nuevo tipo de hombre domesticado. Algo ya ha trascendido a gran público del poderío de esta ciencia con “1984” de Orwell y con “Una nueva visita al hombre feliz”, de Aldous Huxley. Pero como éstos son libros de ficción, el lector puede estar inducido a pensar que, por ahora la práctica de esta formidable ciencia, quedaba limitada al campo de la fantasía. Por esto, se ha hecho urgente y necesario hacer conocer a los lectores de la Argentina el texto comunista de Psicopolítica, tal como ha llegado al mundo occidental. El primer material sobre Psicopolítica fue hecho conocer en los Estados Unidos, en el año 1955 por Charles Stickley y luego en 1956 por Kenneth Goff, quienes hicieron conocer en realidad el mismo texto usado por el poderoso policía de la Unión Soviética Laurenti Beria. La edición que presentamos hoy es el texto de Stickley que concuerda sustancialmente con el de Goff. El lector ha de advertir prontamente que el grandioso progreso operado por las ciencias fisio-psicológicas y psiquiátricas de los últimos cincuenta años ha sido puesta al servicio de esta praxis de transformación de la psiquis humana. Una praxis podríamos decir diabólica de transformación del hombre. Para ello se utilizan no sólo las teorías del psicoanálisis de la escuela freudiana sobre el almacenamiento en el fondo de la conciencia de todo lo que el hombre, aun sin percatarse de ello, recibe a través de los sentidos, sino también las teorías de los reflejos condicionados elaborada en las célebres experiencias de los perros de Pavlov.

Por la práctica de la Psicopolítica pueblos enteros se convierten en laboratorios donde individuos o grupos más o menos grandes de individuos son sometidos con diferentes técnicas a un tratamiento de domesticación, como si fueran vulgares bestias, de las que no se trata sino de lograr el mayor rendimiento con el menor esfuerzo. De esta suerte, ciencias nobilísimas como la política y la economía que hasta aquí eran consideradas como ciencias de valor humano, se convierten en técnicas de domesticación colectiva que no rebasan la esfera de fisiología animal. El hombre no es sino un ser, movido por fieros instintos, cuya manipulación puramente fisiológica ha de resolver en manos de expertos psicopolíticos, los grandes problemas de la conducción de los pueblos. El lector argentino podrá apreciar el valor y la importancia de las páginas que publicamos si tiene en cuenta que en este preciso momento nuestra querida Patria está sometida por Fuerzas ocultas internacionales a la Guerra Revolucionaria comunista. En consecuencia, también en nuestra Patria ha de estar operando febrilmente un grupo de hombres que, dotados de poderosos recursos internacionales, y con todo el atuendo de las Ciencias Psicológicas y Sociológicas novísimas, se proponen la tarea criminal y diabólica de aplicar en nuestros niños, adolescentes, jóvenes y aun en ciertos hombres maduros, colocados en puestos claves de la vida nacional esta ciencia de la domesticación del hombre. Ya llegará el momento de revelar algo en esta materia. Baste por hoy saber que uno de los centros más activos de los visibles lo constituye actualmente el grupo, vastamente ramificado, que se reúne alrededor de los judíos comunistas, el psicólogo Jaime Berstein y el sociólogo Gino Germani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El autorizado texto de Psicopolítica que por vez primera se publica entre nosotros ha de contribuir a crear conciencia de la terrible peligrosidad del comunismo.

 

 

 

 

            Pbro. Dr. Julio Meinvielle, Buenos Aires, fiesta de Reyes de 1963

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