PALABRAS PRONUNCIADAS
POR EL DR. CARMELO E. PALUMBO
A continuación transcribimos las
palabras pronunciadas al despedir a nuestro querido “Padre Julio” del Ateneo:
En nombre de la Comisión Directiva del
ATENEO POPULAR DE VERSAILLES despido a su fundador y presidente hasta el día de
su deceso: al inolvidable Padre JULIO.
La separación fue inesperada y sorpresiva,
pero su vida fue muy fecunda y nos ha dejado lecciones ejemplares. Una de ellas
fue el fiel cumplimiento de su vocación sacerdotal. Desde esa perspectiva
encaró todas sus obras. Él era hombre de Cristo y su misión en la tierra era
llevar todas las cosas a Cristo. Quedarían sin explicación lógica muchos actos
de su vida, si no lo ubicamos compenetrado de esa misión. ¿Cómo explicar lo
variado de su actividad? ¿Cómo conciliar sus profundas meditaciones filosóficas
y teológicas con las preocupaciones que asumía al dirigir y presidir una
entidad deportivo-cultural como el ATENEO? Es que todo en él era filosofía y
teología. Toda su actividad tenía sentido por la unidad superior que le
confería su misión apostólica. Con ese espíritu concibió y dio a luz el Ateneo
Popular de Versailles y lo dejó plasmado en el art. 4º de los estatutos
sociales: “El Ateneo Popular de Versailles, que surgió por iniciativa de la
Parroquia de Nuestra Señora de la Salud, llenará su finalidad dentro de los
altos ideales de la Iglesia Católica…” En esta institución tiene cabida todos
los jóvenes, niños y mayores, sin distinción de rangos o creencia, pero “se
exigirá como dice el art. 4º citado, dentro del local social y de sus
actividades, que las mismas respeten esos ideales.”
Con su corazón de apóstol recogió el lamento
de las familias pobres y humildes de la zona y brindó a sus hijos un lugar sano
de esparcimiento y de educación cristiana. El Padre amó a los pobres, pero no a
pobres “imaginarios” que conducen a soluciones imaginarias y utópicas, sino a
los pobres “reales” y les dio una solución real: EL ATENEO POPULAR DE
VERSAILLES.
En los últimos tiempos nos dio una
orientación profunda y segura para mantener sólidamente la institución. Hoy
sacude al mundo y la Iglesia, como él lo había denunciado repetidas veces, una
fuerza diabólica que busca vaciar al hombre de todos los valores superiores del
espíritu; vaciar las instituciones de autoridad; a los pueblos de sus más
legítimas tradiciones; vaciar el contenido doctrinario de la enseñanza;
minimizar la autoridad paterna en la familia; despojar a la Iglesia de sus
ritos; ocultar la doctrina de los misterios sobrenaturales de la fe… Frente a
esta tendencia demoledora de la civilización propició la reforma de los
estatutos sociales, aprobándose en la última Asamblea Extraordinaria el art. 9º
que reza así: “Los socios y socias activas (electores y elegibles a cargos
directivos) deben ser mayores de edad, profesar
la Religión Católica, Apostólica y Romana… la profesión pública de
doctrina, culto o actos contrarios a la Doctrina Católica, Apostólica y Romana,
hará pasible al socio o socia activa de la pena máxima de expulsión.”
Así Señores, sin paliativos ni timidez. Este
Club es y deberá ser dirigido por personas católicas; está abierto a todos los
hombres de buena voluntad, de cualquier credo o raza, pero su conducción queda
reservada a los fieles de la Iglesia Católica que conforman su obrar a la
doctrina de la misma.
Colegas directivos del ATENEO POPULAR DE
VERSAILLES:
Ante los despojos mortales del Padre Julio
reafirmemos el espíritu cristiano que él infundió en la Institución, que es el
factor decisivo para salvar al Club de todas las crisis que puedan
sobrevenirle, como ha sucedido a lo largo de sus 35 años de existencia. No
permitamos el vaciamiento de ese espíritu.
Os exhorto a hacer, ante este féretro, una
firme promesa de no ceder un ápice en la concepción católica del Club. Es el mejor
testimonio de gratitud que podemos ofrendar al Padre Julio y es la única manera
para mantener incólume esta Institución tan benéfica para nuestros hijos y
nuestras familias.
Padre Julio: ¡Que Dios te corone con los
laureles del victorioso luchador! ¡Que el Verbo Eterno, Sabiduría Infinita que
polarizó tu vida terrena, sea tu gozo y descanso eterno!
¡Ruega a Dios por tu obra y para que nuestro
espíritu no desfallezca! ¡Descansa en paz!
Ateneista: En homenaje a nuestro
Fundador Pbro. Dr. Julio Meinvielle, 1973, 3-4.
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