lunes, 22 de enero de 2024

Los Padres, los primeros catequistas de sus hijos

 


PADRES Y MADRES ENVIAD VUESTROS HIJOS QUE HAYAN CUMPLIDO LOS SIETE AÑOS [AL CATECISMO DE PREPARACIÓN PARA LA PRIMERA COMUNIÓN][1]

 

1º – Recordad que vuestros hijos cuando llegan al uso de la razón tienen obligación grave de recibir los sacramentos de la confesión y de la comunión. Si no los reciben, sobre vosotros recae esta culpa grave.

2º – Recordad además que no es razón suficiente para diferir la Comunión el que vuestros hijos no tengan ropa nueva. Para comulgar no hace falta ninguna ropa especial o nueva. Bastan que se acerquen limpios de cuerpo y alma. Jesucristo que nació en un establo de animales, que durante su vida no tuvo una almohada donde reclinar su cabeza, que murió desnudo en la cruz no se avergüenza de los niños pobres, sino que los ama con especial predilección.

3º – Recordad que los padres cristianos acompañan a la mesa eucarística a sus hijos, participando también ellos del pan de Cristo. De otra suerte vuestros hijos parecerán huérfanos de padres.

4º – Recordad por fin que vuestros hijos deben ser cristianos aún después de la primera comunión. Debéis aún entonces de enviarlos a la misa de niños, que se dice los domingos a las 9 horas y a la doctrina y debéis de educarlos con el ejemplo de vuestras vidas cristianas.

 

 [Sin firma[2]]

 

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 15, 5 de noviembre de 1933, 15.[3]

 



[1] Dado que la nota carece de título, le hemos puesto lo que está en negritas como tal, aclarando que se refiere a la Primera Comunión de los niños.

La imagen de esta entrada, donde se ve al mártir Carlos Sacheri rezando con sus hijos, está tomada de Hernández, Héctor H, Sacheri y el mandato argentino: Crítica de la "Nueva Cristiandad". Para una Historia del INFIP, Ediciones Escipión/Instituto de Filosofía Práctica de la Argentina, Mendoza, 2017, 129.

[2] Probablemente, del responsable de la Revista. Es decir, del P. Julio Meinvielle.

[3] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

domingo, 21 de enero de 2024

El Purgatorio

 


La palabra del Cura

EL PURGATORIO[1]

 

Es conveniente que los fieles tengan presente la doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio y los sufragios en favor de las almas benditas.

¿Qué es el purgatorio? Es un lugar de purificación donde son purificadas las almas de aquéllos, que si bien han muerto en gracia de Dios, no han satisfecho toda la pena que deben a la divina justicia.

Va al Purgatorio el que muere en gracia de Dios, pero que tiene pecados veniales o debe la pena temporal de sus pecados mortales.

En el Purgatorio se padece la privación de la vista de Dios, el tormento del fuego y otras penas. El mayor dolor de las benditas Ánimas es no poder ver a Dios y pensar que siendo Él infinitamente bueno, le han ofendido. Las Almas Benditas, al verse manchadas con el pecado, con gusto se sumergen en aquellas llamas y aun quisieran fueran más ardientes para purificarse más pronto.

¿Podemos socorrer a las benditas Ánimas?

Podemos socorrerlas y aún librarlas del purgatorio, con oraciones, indulgencias, limosnas y otras buenas obras y, sobre todo, con la Santa Misa.

Se llaman sufragios las obras buenas que se hacen en favor de las benditas Ánimas del Purgatorio.

Los sufragios son solo a manera de súplicas, que la divina justicia acepta en la medida que cree conveniente.

Por esto un alma no siempre obtiene infaliblemente todos los efectos de los sufragios aplicados a ella especialmente.

La Santa Iglesia aprueba que se repitan los sufragios para un mismo difunto.

Hacen muy mal los que no se acuerdan de aliviar con sufragios a las almas de los difuntos.

 

 Pbro. Dr. Julio R. Meinvielle

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 14, 22 de octubre de 1933, 2.[2]



[1] Este título no responde al original. Fue agregado por nosotros, pues expresa el contenido de la nota.

[2] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

sábado, 20 de enero de 2024

Carta a uno que dice que es «muy católico»



CARTaS De UN Cura

A UNO QUE DICE QUE ES MUY CATÓLICO

 

Te has indignado cuando te dije que tú no vivías como católico y protestaste de que se te confundiera con esos ignorantes que dicen que no hay Dios.

Tú, como muchos otros, piensas que creyendo en Dios, no robando y no matando, bautizando a los hijos y haciendo de vez en cuando una excursión divertida a Luján (que tú dices que es peregrinación), ya eres un perfecto cristiano, católico como el que más.

Pero te engañas, y yo te demostraré que de católico apenas si tienes algo más que el nombre.

Vamos a ver: ¿Asistes a misa los domingos? ¡Qué pregunta, Padre! ¡Cómo quiere que asista a misa los domingos si trabajo los demás días de la semana y en las fiestas tengo que dormir algo más!

Para todo hay tiempo, si existe buena voluntad. Yo conozco quiénes son los que ordinariamente hablan así. Son los que sabrán encontrar tiempo para charlas inútiles, para el juego, para el vicio, pero nunca dispondrán del necesario para hacer oración, para dar gracias a Dios por los beneficios recibidos. También los hay que por puro descuido proceden así. ¡Lástima que con esa negligencia preparan los castigos eternos con que serán atormentados!

Pero tú no solamente cometes esa grave falta. No te confiesas tampoco, ni comulgas. ¿Y es católico eso? ¿No eres mejor un protestante de esos que rechazan las cosas de la Iglesia?

¿Y no eres tú el que por cobardía, cuando otros hacen burla de los sacerdotes y de la religión, celebras sus sátiras y sus risas impías? ¿Y es cosa de católicos tolerar esas irreverencias para con las cosas santas?

Casi estoy seguro que tú, que te dices tan católico y que no concurres a la Parroquia, asistes, sin embargo, a reuniones espiritistas, que están prohibidas enteramente para los cristianos. Y no me extrañaría tampoco que muchas veces defendieras a los protestantes o a los socialistas, que nada desean tanto como acabar con la verdadera religión de Jesucristo.

¡Ese es tu catolicismo! Cuando hay enfermos en tu casa, si llamas al sacerdote es cuando ya no hay nada que hacer, sino comprobar que no podrá arrepentirse el que hasta entonces en todo había pensado menos en Dios.

Es una obligación gravísima bautizar a los hijos y bautizarlos pronto, pero los “católicos” como tú esperan a lo mejor meses y meses antes de hacerlo. Otros hay, católicos también de esa clase, que viven en la mancebía del llamado matrimonio civil o que no tienen dificultad en que sus hijos se contenten con eso (que no vale nada para Dios). ¿Pero es verdad que tú te crees tan católico? ¿Piensas que para serlo de veras basta con decirlo? No, mi amigo, el catolicismo es la profesión de una fe que exige virtudes y obras que acrediten su existencia. Yo lamento que tú te engañes. No dudo de que realmente eres creyente, pero debes convencerte de que con solo la creencia en Dios no podrás salvarte. Hay que hacer también todo lo que ese mismo Dios quiere. Y lo que Dios quiere de ti, consultando a la Iglesia Católica lo sabrás. Ella, por lo demás, se ha adelantado a decírtelo y así tú no podrás alegar ignorancia. ¡Por favor, no te cuides de lo que dirán los otros de ti si comienzas a ir a la Iglesia! Déjalos decir: ¿Acaso serán ellos los que te librarán del infierno?

No seas cobarde, dejándote vencer por las burlas o las insolencias de los incrédulos que buscan sin cesar a los traidores de la fe de Cristo para recibirlos con la alegría de los que se gozan en el mal de los otros.

Asiste a misa, confiésate. Hay muchos que te dicen que no lo hagas. ¿Pero qué pretenden esos infelices? ¿Buscan tu bien al aconsejarte así? Bien sabes que no. Son malvados y quieren disculpar o encubrir sus malas obras y su inmoralidad aumentando el número de los que viven como ellos.

¡Asiste a la Santa misa los domingos! ¿Por qué en vez de dejarte vencer por las burlas de los necios que se ríen si intentas ir a la Iglesia, no eres tú el que les das una lección de virilidad y fe cristiana, apartándote del camino extraviado que ellos llevan para seguir en pos de Dios, que hará sentir el peso de su justicia vengadora sobre los que ahora pretenden en su orgullo desafiarlo.

¡Entonces sí que veremos en lo que parará tanta altanería y necedad! ¡Confiesa con valor tu fe y al descubierto en las obras que eres católico, católico de verdad!

 

 

Rodolfo Carbone

 

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 10, 20 de agosto de 1933, 14.[1]

 

 

 



[1] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

viernes, 19 de enero de 2024

Lo que no dicen al Pueblo los Socialistas - II Parte

 


LO QUE NO DICEN AL PUEBLO LOS SOCIALISTAS

(II PARTE)

 

Que las primeras Universidades fueron fundadas por los frailes en el Siglo V. En efecto los Benedictinos profundizaron en Monte Casino todas ciencias hasta entonces conocidas. Hugo de San Victor enumera 21 ciencias que eran allí profundizadas por los monjes.

·         Que la famosa Universidad de París, la Sorbona, fue fundada por el abate Roberto de Sorbon en 1250.

·         Que la también famosa Universidad de Oxford que hoy cuenta con una Biblioteca de 500.000 tomos y de 30.000 manuscritos fue fundada por la Iglesia en el siglo XIII.

·         Que la conocidísima Universidad de Cambridge la fundó en 1257 el Benedictino Hugo de Balchan.

·         Que las Universidades de Montpellier, de Praga, de Florencia, de Viena, de Leipzig, de Poitiers, de Copenhague, de Friburgo, de Salamanca, de Sevilla, de Granada, de Insbruck, etc. etc. fueron fundadas por la Iglesia.

·         Que sólo en Norteamérica los jesuitas tienen 15 Universidades algunas tan notables como la de Georgetown donde hay 198 profesores y 1960 alumnos.

·         Que en Francia está el Instituto Católico de París, con una Biblioteca de 200.000 volúmenes y allí ha hecho sus experiencias y estudios el famoso Branby descubridor del famoso principio de la radiotelegrafía.

·         Que en todas partes donde se deja a la Iglesia en libertad de acción ella ha realizado maravillas de todo género, impulsando las ciencias y las artes como en España, p. e., donde los jesuitas tienen el Instituto de Química de Sarriá, el observatorio astronómico y telúrico de El Ebro, de fama mundial. El Instituto Católico de Artes e Industrias de Madrid, etc., etc.

·         Que los socialistas, en todas partes, vienen a incendiar las obras de los católicos y a apoderarse de los altos puestos públicos, como en España, para medrar ellos y dejar al país en la bancarrota y anarquía.

 

 

[Sin firma[1]]

 

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 12, 17 de septiembre de 1933, 2.[2]



[1] Probablemente, del responsable de la Revista. Es decir, del P. Julio Meinvielle.

[2] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

jueves, 18 de enero de 2024

Lo que no dicen al Pueblo los Socialistas



La palabra del Cura

LO QUE NO DICEN AL PUEBLO LOS SOCIALISTAS

 

Que la Iglesia enseñó la dignidad del trabajo manual; que ella suprimió la esclavitud y lucha contra su restauración actual, provocada por el capitalismo ateo; que los monjes enseñaron todos los oficios a la Europa cuando era bárbara, así como ahora los misioneros inician a los indios en la cultura y en el trabajo; que sólo la Iglesia pone en el trono real y pontificio del Vaticano a los hijos de los obreros; que ella fundó por primera vez las cooperativas de los gremios de artesanos; así como sostiene hoy los sindicatos industriales y agrícolas en Francia, Alemania, Austria y España, que las primeras escuelas gratuitas para los niños pobres fueron fundadas por los obispos y párrocos, así como ahora no son los socialistas, sino los católicos quienes sostienen asilos, colegios y escuelas para niños indigentes; que la Iglesia libró a la mujer de la esclavitud, del divorcio, del azote, del repudio y de la venta a que la condenaban las leyes antiguas; que los Papas y los Obispos dieron al pueblo el derecho a la pequeña propiedad, cuando todos los bienes pertenecían a los señores; que la Iglesia condenó siempre la usura y fundó el montepío para evitar que los usureros arruinaran a los pobres; que los gobernantes más amigos del pueblo han sido los que eran más católicos, como Carlo Magno, San Luis, García Moreno; que el Papa León XIII pidió el salario vital para todos los trabajadores; que el horario de ocho horas fue inventado por el rey católico Felipe II; que la Iglesia fundó, defendió y reconquistó muchas veces la verdadera libertad del pueblo.

 

Pbro. Dr. Julio R. Meinvielle

 

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 9, 6 de agosto de 1933, 2.[1]

 

 



[1] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

miércoles, 17 de enero de 2024

La Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica

 


La palabra del Cura

La Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica

 

Si quieres salvarte has de estar con Cristo. Si quieres estar con Cristo has de estar con la Iglesia. Porque Cristo, antes de partir a los cielos, dejó en la tierra una Iglesia, a la cual dijo: “Se me ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todas las cosas que yo os he enseñado” (San Mateo XXVIII, 18). El que no creyere se condenará (San Marcos XVI, 16). He aquí que yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos (XXVIII, 20).

Pero me dirás: ¿Cuál es la Iglesia que fundó Cristo? ¿Por qué es precisamente la católica y no la protestante o la ortodoxa?

Porque sólo la Iglesia Católica es la que enseña a guardar todas las cosas que enseñó Cristo. No así la protestante y la ortodoxa.

En efecto, Cristo instituyó su Iglesia sobre una piedra inconmovible que es Pedro y su Sucesor el Sumo Pontífice de Roma. Luego el que no acepte al Papa de Roma como piedra inconmovible de la Iglesia está fuera de la Iglesia que fundó Cristo.

Toma el Evangelio de San Mateo y ábrelo en el capítulo XVI, versículo 18 y leerás que a San Pedro le dijo Cristo, la Verdad Eterna: “Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y que sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos y lo que tú atares en la tierra, será atado en el cielo y lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo.”

De suerte que Cristo edificó su Iglesia sobre Pedro, a quien constituyó la piedra de su Iglesia, en quien entregó las llaves de su reino y a quien dio poder de atar y de desatar.

Cualquiera, pues, que se diga de Cristo y que no admira la autoridad de Pedro, es un impostor que está usurpando el nombre de Cristo para proteger la mentira.

 

 

Pbro. Dr. Julio R. Meinvielle

 

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 6, 18 de junio de 1933, 1.[1]



[1] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.