domingo, 21 de enero de 2024

El Purgatorio

 


La palabra del Cura

EL PURGATORIO[1]

 

Es conveniente que los fieles tengan presente la doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio y los sufragios en favor de las almas benditas.

¿Qué es el purgatorio? Es un lugar de purificación donde son purificadas las almas de aquéllos, que si bien han muerto en gracia de Dios, no han satisfecho toda la pena que deben a la divina justicia.

Va al Purgatorio el que muere en gracia de Dios, pero que tiene pecados veniales o debe la pena temporal de sus pecados mortales.

En el Purgatorio se padece la privación de la vista de Dios, el tormento del fuego y otras penas. El mayor dolor de las benditas Ánimas es no poder ver a Dios y pensar que siendo Él infinitamente bueno, le han ofendido. Las Almas Benditas, al verse manchadas con el pecado, con gusto se sumergen en aquellas llamas y aun quisieran fueran más ardientes para purificarse más pronto.

¿Podemos socorrer a las benditas Ánimas?

Podemos socorrerlas y aún librarlas del purgatorio, con oraciones, indulgencias, limosnas y otras buenas obras y, sobre todo, con la Santa Misa.

Se llaman sufragios las obras buenas que se hacen en favor de las benditas Ánimas del Purgatorio.

Los sufragios son solo a manera de súplicas, que la divina justicia acepta en la medida que cree conveniente.

Por esto un alma no siempre obtiene infaliblemente todos los efectos de los sufragios aplicados a ella especialmente.

La Santa Iglesia aprueba que se repitan los sufragios para un mismo difunto.

Hacen muy mal los que no se acuerdan de aliviar con sufragios a las almas de los difuntos.

 

 Pbro. Dr. Julio R. Meinvielle

 

Boletín de Versailles, Año I, Nº 14, 22 de octubre de 1933, 2.[2]



[1] Este título no responde al original. Fue agregado por nosotros, pues expresa el contenido de la nota.

[2] Agradecemos a la Junta de Estudios Históricos de Versailles que ha conservado este ejemplar, y que nos ha dejado escanearlo en su totalidad.

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